sábado, 8 de marzo de 2008

El juego de la Vida y de la Luz

El edificio de Frank Gehry es, visto desde la otra orilla de la ría de Bilbao, una obra extraordinaria.
Una escultura gigante de impactante belleza.
Sensual y onirica envuelve y transporta hacía un mundo profundo donde habitan los anhelos y los mitos que introduce la alucinante araña gigante de Louise Bourgeois.







El MITO HOPI DE LA CREACIÓN
Al comienzo del tiempo, una chispa de conciencia se encendió en el espacio infinito. Esta chispa era el espíritu del sol, llamado Tawa. Y Tawa creó el primer mundo: una enorme caverna poblada únicamente por insectos. Tawa observó durante unos instantes cómo se movían y sacudiendo la cabeza pensó que aquella población hormigueante era más bien estúpida. Entonces les envió a la Abuela Araña que dijo a los insectos:
-Tawa, el espíritu del sol que os ha creado, está descontento de vosotros porque no comprendéis en absoluto el sentido de la vida. Así que me ha ordenado que os conduzca al segundo mundo, que está por encima del techo de vuestra caverna.
Los insectos se pusieron a trepar hacia el segundo mundo. La ascensión era larga, tan larga y tan penosa que, antes de llegar al segundo mundo, muchos de ellos se habían transformado en animales poderosos. Tawa los contempló y dijo:
-Estos nuevos vivientes son tan estúpidos como los del primer mundo. Tampoco parecen capaces de comprender el sentido de la vida.
Entonces pidió a la Abuela Araña que los condujera al tercer mundo. En el transcurso de este nuevo viaje algunos animales se transformaron en hombres. La Abuela Araña enseñó a los hombre la alfarería y el arte del tejido. Los instruyó convenientemente y en la cabeza de hombres y mujeres comenzó a despuntar un destello, una vaga idea del sentido de la vida. Pero los brujos malvados, que sólo se sentían a gusto en las tinieblas, extinguieron aquel destello de luz y cegaron a los humanos. Los niños lloraban, los hombres peleaban y se lastimaban: habían olvidado el sentido de la vida. Entonces la Abuela Araña volvió a ellos y les dijo:
-Tawa, el espíritu del sol, está muy descontento de vosotros. Habéis desperdiciado la luz que había brotado en vuestras cabezas. Por consiguiente, deberéis ascender al cuarto mundo. Pero esta vez, tendréis que encontrar por vosotros mismos el camino.
Los hombres, perplejos, se preguntaban cómo podrían subir al cuarto mundo. Durante largo tiempo permanecieron en silencio. Al fin, un anciano tomó la palabra:
-Creo haber oído ruido de pasos en el cielo.
-Es cierto -asintieron los demás-. También nosotros hemos oído el caminar de alguien allá arriba.
Así pues, enviaron al «pájaro gato» a explorar el cuarto mundo que parecía habitado. EI pájaro gato se coló por un agujero del cielo y pasó al cuarto mundo, donde descubrió un país semejante al desierto de Arizona. Sobrevoló el país y divisó a lo lejos una cabaña de piedra. Al aproximarse, vio delante de la cabaña a un hombre que parecía dormir, sentado contra la pared. El pájaro gato se posó junto a él y el hombre despertó. Su rostro era extraño, pavoroso; completamente rojo, cubierto de cicatrices, quemaduras y costras de sangre, con unos trazos negros pintados sobre los pómulos y sobre la nariz. Sus ojos estaban tan hundidos en las órbitas que eran casi invisibles, a pesar de lo cual el pájaro gato vio brillar en ellos un resplandor aterrador. Reconoció a aquel personaje: era la Muerte. La Muerte miró detenidamente al pájaro gato y le dijo gesticulando:
-¿No tienes miedo de mí?
-No-respondió el pájaro-. Vengo de parte de los hombres que habitan el mundo que está debajo de éste. Quieren compartir contigo este país. ¿Es eso posible?
La Muerte reflexionó unos momentos.
-Si los hombres quieren venir -dijo finalmente con aire sombrío-, que vengan.
El pájaro gato volvió a bajar al tercer mundo y contó a los hombres lo que había visto.
-La Muerte acepta compartir con vosotros su país-les comunicó.
-¡Gracias le sean dadas! -respondieron los hombres-. ¿Pero cómo podremos subir hasta allá arriba? Pidieron consejo a la Abuela Araña y ésta les dijo:
-Plantad un bambú en el centro de vuestro poblado y cantad para ayudarle a crecer.
Así hicieron los hombres y el bambú creció. Cada vez que los cantores tomaban aliento entre dos estrofas, se formaba un nudo en el tallo del bambú. Cantaban sin cesar y la abuela araña danzaba y danzaba para ayudar a que el bambú creciera bien derecho. Del alba hasta el crepúsculo cantaron sin tregua hasta que, por fin, la Abuela Araña exclamó:
-¡Mirad! ¡La punta del bambú ha pasado por el agujero del cielo!
Entonces los hombres empezaron a trepar por el bambú, alegres como niños. Nada llevaban consigo, estaban desnudos, tan desprovistos como el primer día de su vida.
-¡Sed prudentes! -les gritó la abuela-. ¡Sed prudentes!
Pero ya no le oían, estaban demasiado arriba. Alcanzaron el cuarto mundo y en él construyeron poblados, plantaron maíz, calabazas y melones, hicieron jardines y huertos. Y esta vez, para no olvidar el sentido de la vida, inventaron las leyendas.

miércoles, 5 de diciembre de 2007

6 de diciembre o San Nicolás

San Nicolás de Myra (como se le conoce en oriente) o San Nicolás de Bari (como se le conoce en occidente) fue un obispo que vivió en el siglo IV, origen de la figura de Papá Noel.





Nació en la región de Licia (actualmente dentro del territorio de Turquia) en una familia adinerada y desde niño se destacó por su carácter piadoso y generoso. Su tío, a la sazón obispo de Pátara viendo la fe del joven lo ordenó sacerdote. Después de la muerte de sus padres Nicolás heredó una gran fortuna que puso al servicio de los necesitados, según la hagiografía escrita por San Metodio, arzobispo de Constantinopla.
Al morir sus padres repartió toda su fortuna entre los pobres y se fue a vivir en un monasterio. Después de un tiempo decidió visitar Tierra Santa. A su vuelta llego a la ciudad de Mira (Anatolia, actualmente Turquía), donde sería consagrado obispo de una forma muy curiosa. Dice la leyenda que varios sacerdotes y obispos se encontraban discutiendo sobre quién sería el futuro obispo, pues el anterior había fallecido. Al no ponerse de acuerdo se decidió que fuera el próximo sacerdote que entrase en el templo que casualmente fue San Nicolás.


Son muchos los milagros que se le atribuyen a San Nicolás...
Por ejemplo se cuenta que en una ocasión supo de tres jovencitas que pretendían casarse pero su padre no podía pagar la dote correspondiente. Al saberlo Nicolás (pretendiendo realizar la caridad sin ser visto), dejó caer por la chimenea unas monedas de oro que cayeron en unas medias de lana que las jóvenes habían dejado secarse.

En Alsacia aún viene San Nicolás la noche del 5 al 6 de diciembre y trae a los niños "menele"(bizcochitos), pan de especias o chocolate con forma de San Nicolás.





lunes, 5 de noviembre de 2007

Córdoba, ¡magnífica!!!

Fascinantes ocres en la mezquita de Córdoba y en la representación de Averroes en el fresco de Andrea de Bonaiuto.




martes, 16 de octubre de 2007

El duende de mi casa..


Los duendes andan por todas partes, pero los mayores no los pueden ver porque casi todos han perdido sus espejuelos para mirar con fantasía.
Los duendes son tremendos, destienden las camas, meten los dedos en las natillas que preparan las abuelas, rompen los periodicos cuando se cansan de no saber leer; pero no son malos, cuando duermen sueñan que ya son grandes y se ponen felices y cuando se despiertan buscan rápido sus espejuelos para mirar con fantasía y los guardan bien para no perderlos nunca...

martes, 2 de octubre de 2007

Ya llegó el otoño...

..... Ya comenzarán a llorar
Los árboles del otoño
Y por los ojos de las ramas
caerán como lágrimas las hojas....
...Les feuilles mortes se ramassent à la pelle,
Les souvenirs et les regrets aussi...


miércoles, 1 de agosto de 2007

En agosto ¡de vacaciones!!!!

Primero a Paris...
Después a la tierra que me vio nacer...