San Nicolás de Myra (como se le conoce en oriente) o San Nicolás de Bari (como se le conoce en occidente) fue un obispo que vivió en el siglo IV, origen de la figura de Papá Noel.
Nació en la región de Licia (actualmente dentro del territorio de Turquia) en una familia adinerada y desde niño se destacó por su carácter piadoso y generoso. Su tío, a la sazón obispo de Pátara viendo la fe del joven lo ordenó sacerdote. Después de la muerte de sus padres Nicolás heredó una gran fortuna que puso al servicio de los necesitados, según la hagiografía escrita por San Metodio, arzobispo de Constantinopla.
Al morir sus padres repartió toda su fortuna entre los pobres y se fue a vivir en un monasterio. Después de un tiempo decidió visitar Tierra Santa. A su vuelta llego a la ciudad de Mira (Anatolia, actualmente Turquía), donde sería consagrado obispo de una forma muy curiosa. Dice la leyenda que varios sacerdotes y obispos se encontraban discutiendo sobre quién sería el futuro obispo, pues el anterior había fallecido. Al no ponerse de acuerdo se decidió que fuera el próximo sacerdote que entrase en el templo que casualmente fue San Nicolás.
Son muchos los milagros que se le atribuyen a San Nicolás...
Por ejemplo se cuenta que en una ocasión supo de tres jovencitas que pretendían casarse pero su padre no podía pagar la dote correspondiente. Al saberlo Nicolás (pretendiendo realizar la caridad sin ser visto), dejó caer por la chimenea unas monedas de oro que cayeron en unas medias de lana que las jóvenes habían dejado secarse.
En Alsacia aún viene San Nicolás la noche del 5 al 6 de diciembre y trae a los niños "menele"(bizcochitos), pan de especias o chocolate con forma de San Nicolás.
miércoles, 5 de diciembre de 2007
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